VIAJES Y FOTOGRAFÍA: COLECCIÓN ROJO DE TOMMY SALAS
“La fotografía es situar la cabeza, el corazón y los ojos en la misma línea visual«- Henri Cartier-Bresson.
Es emocionante para World Kids presentar hoy el extraordinario trabajo del fotógrafo Tommy Salas y en concreto su última colección titulada «Rojo».
No es fácil hablar sobre una persona a la que admiras profundamente, en especial cuando tiene un talento natural para la fotografía y una habilidad innata para capturar la belleza.
Encuentro fascinante el trabajo de este fotógrafo español, que se describe a sí mismo como «un fotógrafo apasionado que desea mostrar al mundo lo que el ojo humano no nos deja ver«.
Es un honor que Tommy Salas haya tenido la generosidad de compartir con World Kids su personal y genuina visión e interpretación de este mundo.
Sus fotos están tomados con la «cabeza, el ojo y el corazón» como indicaba Henri Cartier-Bresson.
Tommy Salas ha recorrido el mundo capturando con su objetivo la esencia de la naturaleza humana.
Esta colección de fotos evoca la fuerte asociación de los colores blanco y rojo, tan típica de la cultura japonesa. Tal vez porque Tommy Salas es también un auténtico Sensei, un Maestro en el arte marcial del Kárate.
La tradición japonesa considera los colores rojo y blanco como colores ceremoniales que traen buena suerte, por lo que son utilizados siempre en las ocasiones más especiales.
Son también los colores de Nisshōki, la bandera nacional del país (un rectángulo blanco con un disco rojo en el centro).
El color blanco refleja la luz, posee la pureza de la inmensidad de lo eterno. El blanco es la vida, la inocencia y la cuna. También el blanco es el final de la vida y refleja la serenidad, la paz interior y la sabiduría.
El color rojo simboliza la fuerza, el poder y el fulgor. Es el color del fuego y de la sangre. El rojo vivo, brillante, es diurno, masculino, y representa la juventud, acción, fuerza, salud y riqueza. El rojo oscuro, por el contrario, es nocturno, femenino y secreto y representa el misterio de la vida.
En japonés, la palabra que define la unión de estos colores es KOHAKU. Cuando se utiliza esta palabra se expresa celebración, júbilo y renacimiento.
En sus muchos viajes por Asia, Tommy Salas ha fotografiado a numerosos monjes budistas, a los que también honra en esta colección. El rojo simboliza para estos monjes la fuerza de la vida, el fuego, lo sagrado y también está asociado a Buddha Amitabha.
Para la cultura tibetana el rojo es sinónimo de protección, por lo que es uno de los colores usados en los hábitos de los monjes.
Os invito a seguir el original trabajo de Tommy Salas como fotógrafo freelance en su página de Facebook y en su cuenta de Instagram.
Cartier-Bresson también creía que en la vida «al descubrir el mundo y nuestro alrededor podíamos descubrirnos a nosotros mismos».
Me gustaría agradecer de nuevo a Tommy Salas por descubrirnos el mundo a través del color rojo.
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