Mundo Padres

“Amor, valor y sonrisas”. Mi proceso personal ante el cáncer de mama

24/05/2022,

“La vida es un regalo” –  Leyre Contreras 

El cáncer de mama es el tumor maligno más prevalente entre las mujeres en todo el mundo.  Solo en España en el año 2021 cerca de treinta mil mujeres fueron diagnosticadas con cáncer de mama. Esta entrevista es un homenaje a todas ellas.

Hace algo más de tres años conocí a Leyre Contreras. En nuestro primer encuentro me sorprendió su enorme sentido del humor, su tenacidad y su valentía.  Poco tiempo después, descubrí su proceso personal ante el cáncer de mama y me habló de su libro “Amor, valor y sonrisas» . Lo leí de un tirón mientras me parecía escuchar la voz y la risa de Leyre en los diálogos. Hoy me siento muy afortunada por contar con su amistad, y por poder compartir aquí en World Kids su alegría por vivir. Deseo que disfrutéis de esta conversación con Leyre sobre el cáncer de mama,  la maternidad, el amor y los viajes. 

World Kids: Tengo que admitir que tenía cierto rechazo a leer libros sobre los procesos personales ante el cáncer (ya sabes que perdí a mi madre por esta enfermedad). No me esperaba un libro sobre el cáncer tan humano y con tanto sentido del humor, así que lo primero que me gustaría hacer en esta entrevista es darte las gracias.

Leyre Contreras: Gracias a ti por leerme. En más ocasiones me han dicho: «te he leído porque te conozco, sino jamás habría escogido tu libro. Y reconozco que me alegro mucho de haberlo hecho».

Haciendo un poco de yoga en el Monte Abantos.

Creo que el título del libro «Amor, Valor y Sonrisas» refleja tu personalidad. Los que tenemos la suerte de conocerte sabemos lo cariñosa, valiente y alegre que eres. ¿Has sido siempre tan optimista y luchadora o son valores que has desarrollado aún más durante este proceso?

Es verdad que soy una persona que llevo mal las injusticias y soy muy peleona e inconformista. A lo largo de mis 45 años he tenido situaciones que me han marcado: el año que estuve en Irlanda con 17 años, la separación del padre de mis hijos y el cáncer. Al principio el cáncer lo vivi como una lucha. Luego entendí que no me aportaba nada bueno pelearme con él. Y cambio mi forma de relacionarme con la enfermedad. Respecto a si soy optimista, te diría que sí y añado la palabra realista, soy optimista realista. No podemos olvidar que un cáncer no es un catarro y que es un proceso donde hay altos y bajos.

Cuando afronto una situación complicada, hago un análisis de lo que me ocurre con los pies en la tierra, poniendo todo de mi parte y dando mi mejor versión. Cuando pasé por el cáncer en 2015, mis hijos tenían 8 y 9 años. Pasara lo que pasara, quería tener la tranquilidad mental de haber puesto todo lo que yo entendía que sumaba: Alimentación, ejercicio físico y reducir el estrés. El sentido del humor ha sido mi otro gran aliado. Creo que, sin él, todas estas situaciones habrían sido más difíciles de afrontar. Para mí el humor es una válvula de escape. Cuando dedico un libro a una paciente recién diagnosticada, le animo a no perder la sonrisa, porque cada día cuenta. Hay días muy chungos después de una quimio, y ahí toca «hibernar» y en cuanto estás mejor volver a ponerse en marcha y seguir caminando.

Verano 2015

Defiendes que el amor es «esencialmente activo», como dice el gran José Antonio Marina, y que «el cáncer puede curar muchas almas». También afirmas con frecuencia que «la vida es un regalo». ¿Por qué crees que vivimos de espaldas a lo que es realmente importante en nuestras vidas?  

Solemos pensar que estas cosas les pasan a los demás, y que a nosotros no nos va a tocar. Las estadísticas hablan por si solas, lo que pasa es que las ignoramos. 1 de cada 8 mujeres tendrá cáncer de mama y un 20% de las diagnosticadas serán metastásicas, es decir, «no curables» y vivirán con tratamientos de forma continuada. Siempre digo que a mí el cáncer me regaló unas gafas nuevas con las que mirar la VIDA. Damos por sentado que la salud nos va a acompañar siempre. El cuerpo es una maquinaria perfecta de precisión. Te rompes un brazo y no puedes coger un libro para leer, ni conducir, ni vestirte… es muy limitante, lo bueno es que es cuestión de echarle paciencia y sabes que antes o después lo razonable es estar en un año 100×100 recuperado. Cuando te dicen: tienes cáncer, se te cae el mundo encima. Puedes seguir haciendo casi todo: leer, conducir, vestirte, darte un paseo… sin embargo te viene a la mente que eso tiene fecha de caducidad y angustia mucho pensar que todo eso puede desaperecer.

Llevar un estilo de vida saludable puede prevenir hasta un 35% de los cánceres. Por eso, me cuesta mucho cuando veo chicos jóvenes fumando no charlar con ellos. Alguna vez lo hago si voy sola. Si voy con mis hijos me dicen: «Mamá, no les digas nada, que ya nos conocemos». Para mí la VIDA es disfrutar de lo que me gusta un paseo, una comida, un viaje,.. con las personas que quiero. Desde que tuve el cáncer me encanta cumplir años, y para que algo que me ocurre tenga la categoría de «problema» tienen que ser algo muy gordo.

Coincido contigo en que «nos preparamos para todo menos para ser padres». ¿Qué te ha enseñado la maternidad?

Me ha enseñado a ser mejor persona. Me esfuerzo en ser un buen ejemplo para mis hijos, ser una persona coherente (pensar, decir y hacer en la misma dirección) y consistente. Durante muchos años he estado apuntada a la Universidad de Padres. Ahora se ven más escuelas de padres y perfiles en redes sobre educación. Hace 15 años apenas había. Para todo estudiamos y nos pensamos que con sentido común es suficiente. Lo divertido es que cada uno con nuestro sentido común hacemos cosas completamente diferentes.

Como soy muy curiosa y racional, me gusta entender y aprender. Para mí es importante rodearme de gente profesional y con experiencia y/o aprender de otros padres que ya han pasado por lo que tu estas viviendo. Todo suma en este trabajo de madre que es 24 horas x7 días a la semana x365 días al año. A día de hoy, ser madre sigue siendo un desafío, el más emocionante y cambiante de todos, porque según van creciendo aparecen nuevas situaciones y a veces hay que incorporar nuevas herramientas. Diría que es cansado y fascinante a partes iguales. Lo positivo es que no nos aburrimos 🙂

En tu libro hablas de lo especial que son vuestros viajes a la nieve. ¿Cuál es vuestro destino favorito? 

Los viajes a la nieve son especiales porque para mí tienen una mezcla perfecta: viaje familiar, amigos y naturaleza. Llevo esquiando desde que tenía 10 años y era la única de mi familia a la que no le gustaba y como estaba en minoría me tocó aprender. Casi siempre he esquiado por España o Andorra, salvo algún año que fuimos a Francia o Suiza.

En realidad todos los destinos son especiales porque siempre doy más importancia a la compañía que al destino. He de reconocer que Saas Fee (Suiza) me gustó mucho por como viven el esquí allí (ver familias con bebes de 8 meses metidos en un trineo, el padre esquiando con los hermanos mayores y turnándose luego con la madre, los niños super pequeños aprendiendo a esquiar,…)  

En la nieve con mis hijos

¿Hay algún viaje familiar que recuerdes con especial cariño? 

Un viaje muy especial fue ir a Dubai justo después de mi tratamiento. Fuimos a ver a una de mis mejores amigas, Ruth. La enfermedad tiene un impacto económico también importante, así que cuando me invitó a su casa no lo dudé. Fuimos los cuatro en Semana Santa. Dubai no estaba en mi lista de destinos a los que ir. Sin embargo, he de reconocer que nos impresionó. Recuerdo emocionarme con el espectáculo de música, fuentes y luces del lago artificial del Burj Khalifa . 

Me encanta saber que cuando haces un viaje «investigas lo imprescindible». Como yo peco de «investigar demasiado» voy a hacerte caso. Me parece genial dejar  margen para la improvisación y no perder así la  «capacidad de asombro y sorpresa» que nos generan los viajes. ¿Qué viaje estás preparando?

 Este año no tengo nada en el radar. Iremos a Asturias y Alicante en verano 

¿Tienes algún destino pendiente que desees visitar?  

Tengo pendiente ir a ver a una muy buena amiga que vive Washington. Queremos ir los cuatro y hacer Nueva York, Filadelfia, Washington. Estaban todo organizado para abril 2020 cuando saltó la pandemia y se canceló

Eres madre, has publicado un libro, y plantado árboles en tu jardín. ¿Qué te queda por hacer? 

 Seguir viviendo hasta los 90 😉. Sé que en algún momento de mi existencia volveré a la universidad a terminar psicología. Después del cáncer me matriculé y aprobé las asignatura en las que me matriculé. Lo cierto es que trabajando y con los niños era complicado y lo aparqué. Lo otro que quiero es volver a clases de baile 

Con el mago Jorge Blass. Durante su espectáculo pedí un deseo: curarme

¿Con qué sueñas?

 Me encantaría ser abuela, a ver si alguno de mis dos hijos me concede el deseo 🙂  

Si tuvieses que llevarte un libro a una isla desierta, ¿Cuál sería?

«Los pilares de la tierra».  

«Amor, Valor y Sonrisas» incluye una contribución solidaria a la Fundación Aladina, que regala sonrisas a niños con cáncer.  

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