EL HOTEL SCHLOSS-ELMAU

Hay viajes que no se olvidan fácilmente. Poder disfrutar del Adviento en un entorno idílico como el del  hotel Schloss Elmau, considerado uno de los mejores hoteles del mundo, creo que es algo que recordaremos siempre.

Situado en plenos Alpes Bávaros, y a tan solo 100 km de Munich, es un hotel de cuento, considerado un santuario mágico, un spa de lujo y una escondite cultural.

El hotel Schloss Elmau  (Schloss en alemán significa castillo) se construyó entre 1914 y 1916 por el filósofo, teólogo y escritor Dr. Johannes Müller, como un lugar de retiro para sus lectores y músicos. El castillo sufrió muchísimos daños en un fuego en 2005, y posteriormente fue reconstruido y ampliado por su nieto Dietmar Mueller-Elmau. Fue en 2007 cuando se reinauguró como uno de los spas más grandes y de mayor lujo de Europa.

La construcción del nuevo hotel dentro del complejo (llamado Retreat) acabó tan solo 3 meses antes de la Cumbre del G7 de 2015. Tal vez recordéis esta famosa foto de Obama y Merkel tomada durante su estancia en el hotel.

El viaje desde el centro de Múnich o desde el aeropuerto es muy sencillo. Lo más cómodo es viajar en tren. Nosotros compramos los billetes con antelación a través de la página web de Deutsche Bahn.

La estación más cercana a Elmau es Klais, y desde allí el hotel organiza el traslado en minivan para los pasajeros hasta el hotel. La vista del hotel desde la carretera es realmente bellísima.

La situación geográfica del hotel es muy conveniente para visitar no sólo Múnich, sino también Innsbruck, y disfrutar de la magia de sus mercadillos navideños.

El hotel destaca por sus actividades al aire libre (esquiar, pasear por los Alpes, visitar los numerosos lagos cercanos) y por sus increíbles instalaciones para toda la familia: campo de fútbol, varias zonas para que los niños jueguen, e incluso una pista de patinaje sobre hielo cuando el frío lo permite.

Pero también es un hotel maravilloso para disfrutar de actividades más tranquilas como la lectura, el descanso, los tratamientos de su spa, o para escuchar alguno de los muchos conciertos de música clásica que organizan a diario para los huéspedes del hotel.

Visitamos Elmau con nuestros dos hijos pequeños y nos sentimos relajados con la atmósfera de tranquilidad que se respiraba en todo el hotel. Todo el personal del hotel nos hizo sentir bienvenidos durante nuestra estancia.

Pudimos alojarnos en un apartamento precioso con 2 habitaciones y 6 balcones con vistas al patio del hotel.

El hotel está pensado para toda la familia, incluso hay un spa específico para bebés y niños, con piscina cubierta climatizada, y varios tipos de saunas.

Además el hotel te proporciona albornoces para toda la familia y zapatillas.

Los adultos disponen de un spa propio abierto durante todo el día, donde se respira calma sin la presencia de los niños, y desde el que se puede disfrutar de vistas espectaculares de los Álpes.

El hotel ofrece otras muchas actividades gratuitas: clases de yoga, completa oferta de deportes, gimnasio, actividades de aventura, charlas con artistas y escritores. La lista de actividades para niños no tiene límite.

El complejo cuenta con varios restaurantes de prestigio. La comida era riquísima y el desayuno buffet del hotel era muy completo y variado.

En los jardines y campos que rodean al hotel hay varias zonas de juegos de madera para los más pequeños.

Pero si tuviese que escoger mi lugar favorito, me quedaría con la biblioteca y la librería.

La naturaleza que rodea al hotel es de tal belleza que es difícil de expresar. A continuación tenéis algunas fotos del paseo que dimos toda la familia en pleno invierno desde el hotel hasta el lago Ferchensee. Caminar en silencio por las montañas, con el único sonido de los arroyos, es un recuerdo imborrable.

Siempre recordaremos estos días en Elmau. Si estáis interesados en reservar allí, podéis disponer de más información en la web del hotel. A ser posible, sería estupendo si pudieseis dar como referencia esta publicación de World Kids.